Por años, Abella pensó que los hombres eran monstruos, pero jamás supuso que pronto vendría uno de ellos a demostrarlo. Uno con quien se encontraría por casualidad, y con quien solo tenía una cosa en común: ambos huían, y no iban a volver.
Por años, Abella pensó que los hombres eran monstruos, pero jamás supuso que pronto vendría uno de ellos a demostrarlo. Uno con quien se encontraría por casualidad, y con quien solo tenía una cosa en común: ambos huían, y no iban a volver.
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué sucedería si esa historia no termina allí? ¿Qué pasar...